“Si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo, ganarás siempre”.
Sun Tzu. El arte de la guerra
En 1980, Michael E. Porter- el contemporáneo de la Administración Moderna, Profesor de Harvard Business School, publicó su libro Competitive Strategy que fue el producto de cinco años de trabajo en investigación industrial y que marcó en su momento el pionero del análisis de la empresa y los modelos de competitividad empresarial.
Porter describió la estrategia competitiva, como las acciones ofensivas o defensivas de una empresa para crear una posición defendible dentro de una industria, acciones que eran la respuesta a las cinco fuerzas competitivas que el autor indicó como determinantes de la naturaleza y el grado de competencia que rodeaba a una empresa y que como resultado, buscaba obtener un importante rendimiento sobre la inversión.
Aunque cada empresa buscaba por distintos caminos llegar a ése resultado final, la cuestión residía en que para una empresa su mejor estrategia debería reflejar que tan bien había comprendido y actuado en el escenario de las circunstancias que le correspondieron. Porter identificó tres estrategias genéricas que podían usarse individualmente o en conjunto, para crear en el largo plazo esa posición defendible que sobrepasara el desempeño de los competidores en una industria. Esas tres estrategias genéricas fueron:
·El liderazgo en costos totales bajos
·La diferenciación
·El enfoque
El Liderazgo En Costos Totales Bajos.
Esta fue una estrategia muy popular en la década de los 70´s, debido al concepto muy arraigado de la curva de experiencia. Mantener el costo más bajo frente a los competidores y lograr un volumen alto de ventas era el tema central de la estrategia. Por lo tanto la calidad, el servicio, la reducción de costos mediante una mayor experiencia, la construcción eficiente de economías de escala, el rígido control de costos y muy particularmente de los costos variables, eran materia de escrutinio férreo y constante. Los clientes de rendimiento marginal se evitaban y se buscaba la minimización de costos en las áreas de investigación y desarrollo, fuerza de ventas, publicidad, personal y en general en cada área de la operación de la empresa.
Si la empresa tenía una posición de costos bajos, se esperaba que esto la condujera a obtener utilidades por encima del promedio de la industria y la protegiera de las cinco fuerzas competitivas. En la medida en que los competidores luchaban mediante rebajas de precio, sus utilidades se erosionaban hasta que aquellos que quedaban en el nivel más próximo al competidor más eficiente eran eliminados. Obviamente, los competidores menos eficientes eran los primeros en sufrir las presiones competitivas.
Lograr una posición de costo total bajo, frecuentemente requería una alta participación relativa de mercado (se refiere a la participación en el mercado de una empresa con relación a su competidor más importante) u otro tipo de ventaja, como podría ser el acceso a las materias primas. Podría exigir también un diseño del producto que facilitara su fabricación, mantener una amplia línea de productos relacionados para distribuir entre ellos el costo, así como servir a los segmentos más grandes de clientes para asegurar volumen de ventas. Como contraprestación, implementar una estrategia de costo bajo podría implicar grandes inversiones de capital en tecnología de punta, precios agresivos y reducir los márgenes de utilidad para comprar una mayor participación en el mercado. Por aquella época, la estrategia de liderazgo en costo bajo fue el fundamento del éxito de compañías como Briggs & Stratton Corp., Texas Instruments, Black & Decker y Du Pont entre otras
La Diferenciación.
Una segunda estrategia era la de crearle al producto o servicio algo que fuera percibido en toda la industria como único. La diferenciación se consideraba como la barrera protectora contra la competencia debido a la lealtad de marca, la que como resultante debería producir una menor sensibilidad al precio. Diferenciarse significaba sacrificar participación de mercado e involucrarse en actividades costosas como investigación, diseño del producto, materiales de alta calidad o incrementar el servicio al cliente. Sin embargo, esta situación de incompatibilidad con la estrategia de liderazgo de costos bajos no se daba en todas las industrias y había negocios que podían competir con costos bajos y precios comparables a los de la competencia. Compañías que se distinguieron en su momento por adoptar alguna forma de diferenciación fueron: Mercedes-Benz (diseño e imagen de marca), Caterpillar (red de distribución) y Coleman (tecnología), entre muchas otras.
El Enfoque.
La tercera estrategia, consistía en concentrarse en un grupo específico de clientes, en un segmento de la línea de productos o en un mercado geográfico. La estrategia se basaba en la premisa de que la empresa estaba en condiciones de servir a un objetivo estratégico más reducido en forma más eficiente que los competidores de amplia cobertura. Como resultado, la empresa se diferenciaba al atender mejor las necesidades de un mercado-meta específico, o reduciendo costos sirviendo a ése mercado, o ambas cosas. The Martin-Brower Co., uno de los grandes distribuidores de alimentos en los Estados Unidos, fue un ejemplo en la adopción de la estrategia de enfoque cuando en su época, limitó su servicio solamente a las ocho principales cadenas de restaurantes de comida rápida (En los últimos años sólo le distribuía a McDonald´s).
Inicie el año 2010, con enfoque estratégico en su empresa, desarrollando un plan estratégico y operativo, poniéndose en contacto con nosotros. Lo invitamos a que revise nuestras columnas anteriores en la página www.editorialpcs.es.tl en la sección de columna editorial. Recibimos sus comentarios en el correo joel.estrada@almeidapcs.como al tel. 614 426 7090
Libro de valores profundos para vivir las virtudes en la familia.
De venta en Presa Chuvíscar, 2818, Colonia Lomas del Santuario. Tel. 423 6055 Tenemos los CD AUDIO de los temas:
1. "EL ORDEN DE LOS 7 AMORES". Para lograr el equilibrio en la familia
2. "LAS MALAS COMPAÑÍAS". Mantener sanos a los miembros de la familia ante las contaminaciones de la sociedad
Escuche el audio de las MALAS COMPAÑÍASen:
http://www.youtube.com/watch?v=wMaRnrPAhmQ
Columna Editorial Semanal "Logrando la Excelencia"
Capacitación Para los Emprendedores
En los últimos años, el concepto de empresa como figura de un sistema cedió terreno a la figura de quien la maneja, la del empresario como ente concreto, con sus motivaciones, esfuerzos y limitaciones. Quien invierte, quien innova, quien organiza, quien compite es el hombre. Dos botellas de refresco no compiten literalmente una con otro, son personas las que están detrás de las marcas, de las compañías, grandes o pequeñas. Surge como concepto destacado el “emprendedor”, término de origen francés (entrepreneur) atribuido a Richard Cantillón, quien a principios del siglo XVIII habría introducido esta palabra para identificar a quienes tomaban la responsabilidad de poner en marcha y llevar a término un proyecto. Una definición más precisa del término para el emprendedor es como una persona orientada hacia el futuro, capaz de asumir riesgos para involucrarse en la identificación y desarrollo de nuevas ideas.
Los retos del emprendedor:
1. El reconocimiento de un destacado rol de las pequeñas empresas en la creación de riqueza y trabajo.
2. El notable aporte de las nuevas tecnologías a la generación de nuevos productos y empresas.
3. Una vida laboral caracterizada por ciclos de trabajo asalariado, autoempleo y desocupación.
4. La orientación de las teorías económicas hacia factores humanos (human capital) que afectan los procesos de crecimiento y desarrollo económico por ejemplo a partir de procesos de aprendizaje.
Algunos aportes de la investigación a la educación de los emprendedores. Existen estudios que indican que la enseñanza del emprendedor en estudiantes de nivel intermedio tiene efectos positivos sobre las características vinculadas al perfil emprendedor. Por ejemplo, se sometieron a estudio a 502 estudiantes pertenecientes a 28 clases de salón. En algunas de éstas impartió un entrenamiento en entrepreneurship a lo largo de 3 horas semanales durante 26 semanas. Luego midió características emprendedoras siguiendo el sistema propuesto por Robinson (1991), el cual señala como características distintivas del emprendedor la motivación por el logro (achievement motivation), el autocontrol, la autoeficacia y la innovación. Como resultados más destacables cabe señalar que los estudiantes que participaron de las clases de entrepreneurship presentaron valores superiores en cuatro de las cinco variables utilizadas para definir al emprendedor, demostrando que es posible estimular estas características a partir de procesos educativos.
Capacitación para emprendedores. En la actualidad, los programas o cursos para emprendedores en general están focalizados en el segundo de estos elementos (recursos) destacando la elaboración de planes de negocios, marcos legales, finanzas, marketing y descripciones del emprendedor. No es tan común ver entrenamientos a los emprendedores en cuanto al desarrollo del denominado capital social, ni de la detección de oportunidades. En muchos casos este capital social es el resultado de habilidades sociales, entendidas como competencias específicas que permiten a las personas interactuar más efectivamente con otras. Entre éstas habilidades con las que hay que trabajar más en preparación de emprendedores pueden mencionarse las siguientes: percepción social, liderazgo, comunicación, trato personal y adaptabilidad social.
A partir de las sugerencias presentadas se destaca la conveniencia de impulsar programas de capacitación para emprendedores en las universidades, cuyos contenidos posean un balance adecuado de conocimientos que permitan a los futuros emprendedores adquirir las nociones básicas acerca del funcionamiento de la economía, las técnicas adecuadas para la creación y funcionamiento de las empresas, pero también un conjunto de habilidades prácticas que le permitan relacionarse efectivamente con otras personas dentro y fuera de una organización.
De acuerdo a los desafíos que se presentan actualmente en el mundo de los negocios, se reconoce como vital la figura del emprendedor y se le idéntica como factor esencial de los procesos productivos e innovadores, y dada la posibilidad real de estimular su actividad a partir de programas formativos específicos de contenidos multidisciplinarios; es así como las universidades aparecen como un elemento clave para proporcionar una oferta formativa apropiada. Solo resta a estas instituciones decidirse a asumir o no la misión de diseñar e implementar de la forma más conveniente aquel proceso educativo que probablemente posea el mayor impacto social: la Educación de los Emprendedores.
Si le interesan los programas de capacitación para emprendedores, ya sea para que su empresa sea más efectiva Organizacionalmente ó para crear una nueva empresa con futuro no dude en contactarnos.
Lo invitamos a que revise nuestras columnas anteriores en la página www.editorialpcs.es.tl en la sección de columna editorial. Recibimos sus comentarios en el correo joel.estrada@almeidapcs.com o al tel. 614 426 7090